Sin
previo aviso, mi cerebro reproduce cientos de escenas en mi mente, y dejo todo
para verlas con ojos nuevos, como una mera espectadora imparcial.
Después,
siento una terrible ola de angustia inundar mi pecho, presionándolo hasta
dejarme sin una gota de oxígeno.
…………………
Inspira
por la nariz, exhala toda preocupación echando el aire por la boca.
Aaahhhh…
Olvida
tus preocupaciones, suelta todo pensamiento negativo.
…………………..
Echo
mucho de menos poder salir de casa, tener la posibilidad de decidir qué hacer
con mi libertad de movimiento.
Echo
de menos sentir que alguien más toca mi cuerpo. Un beso, un abrazo con
sentimiento, una mirada cargada de emociones que no sea a través de una
pantalla.
Echo
mucho de menos mi antigua vida.
Escribir
es como un músculo más, se notaba cuando cada día tenía material suficiente
para crear una novela y no me estancaba borrando cien veces un párrafo insulso.
Siento
que soy la misma, con el mismo fuego y la misma personalidad temperamental,
pero muy triste, apagada por los años, por la vida, por el yugo de la sociedad.
…………………
Daría
miles de euros por poder quedar con mis amigas en un parque en Madrid.
Tiradas
en el césped, con cervezas o Coca Cola, haciéndonos trenzas y poniendo música
para todos los públicos. A veces pop, a veces rock, a veces heavy que solo nos
gusta a Zaida y a mí. Pásame las chuches, me encanta cómo tienes el pelo hoy,
qué piel tan bonita, quién es esa de la que habláis, ahora qué vamos a hacer. Un
intercambio constante de pensamientos fugaces, que circulan libres gracias a la
confianza forjada en el instituto.
Daría
miles de euros por poder sentarme en una cafetería y compartir un café durante
horas con discusiones, verborrea y opiniones divergentes.
Mi
reino por poder ponerme las botas e ir a andar al monte. Sentir el sudor
escurriéndose por mi nariz hasta llegar al suelo, que dejo atrás, un paso tras
otro, con esfuerzo. Sentir el aire puro atravesar mis pulmones, darme la vuelta
y contemplar todo lo que hemos recorrido.
Mi
reino por no sentir miedo cuando tenga a alguien a menos de dos metros de
distancia.
Ignoro
qué nos hará este virus a largo plazo, pero mucho me temo que cambiarán
demasiadas cosas que amaba.
Ojalá
te hubiera aprovechado más, libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario